El difícil ejercicio de aprender a decir no cuando emprendes
Aprender a decir que no es un ejercicio importante en la vida de cualquiera. Es la manera de marcar los límites del respeto, de la capacidad, del compromiso, de lo que quieres y no quieres… Y no es nada fácil, la verdad. Y cuando emprendes la cosa empeora, porque además de ejercitar el No en tu vida personal, debes también aprender a decir no en tu empresa.
Los emprendedores estamos constantemente buscando oportunidades, y cuando se presentan, nos cuesta mucho decir que no. Además, solemos y tenemos que ser de naturaleza optimista, así que nos gusta lanzarnos por si acaso la cosa sale bien, y especialmente cuando arrancamos, estamos tan agobiados con conseguir clientes que nos sentimos prácticamente obligados a coger cualquier cosa que surja. Pero no todo lo que surge es rentable para tu empresa o te acerca a alcanzar tus objetivos.
El riesgo de decir que sí
Decir que sí tiene un coste de oportunidad muy alto, te deja sin tiempo para las cosas más rentables. Pero además tiene consecuencias como que te sobrecargues con más cosas de las que puedes gestionar, que pierdas tu valioso tiempo, que te quemes, o te agotes.
Además cuando decimos que sí prácticamente a todo perdemos el foco, porque nos dejamos llevar en lugar de dirigir el negocio hacia donde nosotros queremos. Y cuando te dejas llevar por lo que te proponen los demás puede que acabes teniendo un negocio que detestas.
Ten en cuenta también que te vaya más solicitudes vas a recibir, y más gente va a querer pedirte cosas que drenarán tu tiempo y tus recursos.
¿Por qué nos cuesta tanto decir que no?
- Nos sentimos culpables
- Nos sentimos responsables de todo
- Nos cuesta delegar
- Nos da miedo perder esos ingresos
- Nos asusta que los demás tengan una opinión negativa de nosotros
Cambia de mentalidad: aprende a decir que no
Parece increíble que cueste tanto pronunciar una palabra tan corta y simple como es «no». Y es por el significado negativo que le damos.
Así que te invito a cambiar el significado que tiene para ti la palabra «no» cuando rechazas algo con lo que no te quieres comprometer:
- ¿Qué pasaría si cada vez que dijeras que no a algo, en realidad estuvieras protegiendo y diciendo que sí a todo lo que es importante para tu negocio, y que requiere de tu tiempo y tu atención?
- ¿Qué pasaría si al decir que no a proyectos que no quieres hacer, o que no forman parte de tu área de mayor excelencia, estuvieras diciendo que sí a las oportunidades rentables que te van a llegar, y de verdad te van a acercar a tener la empresa que sueñas?
- ¿Qué pasaría si al decir «no» a un cliente que te consume demasiado tiempo y energía pudieras dedicar tu tiempo e ingenio a tus clientes rentables y a encontrar otros parecidos?
[dt_highlight color=»» text_color=»» bg_color=»»]Decir no cuando emprendes es reforzar uno de los motivos que probablemente te ha llevado a emprender:[/dt_highlight]
[dt_highlight color=»» text_color=»» bg_color=»»]dedicarte a eso que te flipa, y hacerlo a tu manera[/dt_highlight]
Saber cuándo y cómo decir no
Cuándo decir que sí o que no es algo que tienes claro en el momento en que sabes exactamente cuáles son tus objetivos.
El cómo va a depender de tu capacidad de ser asertivo, de tu sentido común y de tu sensibilidad. Una de las formas que personalmente he encontrado más eficaces para aprender a decir no es explicar a la otra persona el por qué. Bien porque ahora no puedo, porque tengo demasiados proyectos entre manos, o bien porque lo que me están proponiendo o pidiendo no se alinea con mis objetivos actuales. Etc.
Habrá quien lo entienda y quien no, pero de lo que se trata es de que tú puedas sentir que tienes el control de las responsabilidades que quieres asumir, y que puedas elegir con aplomo y sin culpa.
Al final, aprender a decir que no es como aprender casi todo en la vida, una cuestión de probar, practicar, y entender con qué fórmulas te sientes más cómodo.
¿Has dicho últimamente no a algo por lo que te hayas sentido enormemente aliviado o contento? 🙏 Compártelo en los comentarios de este post!
Un abrazo,