Cómo crear mensajes que conecten y enamoren a tu cliente
Imagina que tienes una cita y la otra persona empieza a soltarte todas las frases típicas del «manual del ligue». Sería un chasco probablemente. En cambio, si se preocupara por conocerte, hacerte preguntas, y tratar de encontrar las cosas que tenéis en común, es bastante probable que la cita acabara con una sonrisa en tus labios, ¿no?