Enamórate de tu cliente, es la persona para la que has creado tu marca
A menudo estamos tan enfocados en desarrollar un producto o un servicio tan genial, que nos olvidamos de lo que de verdad importa: «¿qué es lo que necesita el cliente?». Porque… ¿Cómo de bueno es un producto si nadie lo compra? Tu negocio sólo tiene sentido si hay personas dispuestas a pagar por lo que les ofreces.
Sólo en la medida en la que tus clientes deseen comprar tu producto éste tendrá sentido. Y para que una persona sienta el deseo de comprarte, deberás provocar sus emociones hasta que sienta todo lo que tu producto puede hacer por ella. Se parece mucho a tirarle los tejos a alguien que te gusta.
El problema es que con frecuencia veo emprendedores enamorados de su idea, su producto o su servicio, y por pereza, o desconocimiento, se saltan un paso fundamental para el éxito de su proyecto: saber quién es su cliente, saber todo de su cliente, ¡enamorarse de su cliente!
Si te enamoras de tu producto/servicio fracasarás, si te enamoras de tu cliente harás todo lo que sea necesario para hacerle feliz. Clic para tuitearTienes que entender que tu negocio no va sobre ti, va sobre tus clientes, y que aunque tu pasión por lo que haces es fundamental, también lo es que te enamores como un loco de tu cliente. Porque para que tus productos se adecuen a lo que otras personas necesitan, debes olvidarte un poco de tus pálpitos, y averiguar qué es lo que tus clientes quieren y necesitan realmente. Céntrate en sus necesidades y entonces tu proyecto tendrá éxito.
¿Quién es tu cliente ideal?
Muchos emprendedores se quedan en blanco cuando les pregunto: ¿quién es tu cliente ideal? Y esto es inadmisible… Así que, te voy a contar cómo hacer un perfil de tu cliente ideal para que a ti no te pase lo mismo 😉
Olvídate de descripciones demográficas sin alma del tipo: mujeres de 35 a 45 años, que viven en ciudades y tienen un poder adquisitivo «x» o unos estudios «y». Lo primero que debes tener claro es que tu cliente ideal es una persona que:
- tiene un problema que tú puedes ayudarle a solucionar
- lo reconoce como un problema
- solucionarlo es una prioridad (está dispuesto a pagar, y además puede pagarlo)
Imagina que fueras a cortejar a tu cliente… seguro que querrías averiguar mil cosas, ¿no?: su comida favorita, sus amigos, qué planes le gustan, qué música escucha, cómo disfruta del fin de semana, qué le preocupa, qué le hace feliz…
Entiende quién es tu cliente ideal
Coge una libreta, ponte en la piel de tu cliente, y contesta estas preguntas para empezar a entender quién es tu cliente ideal:
- ¿Qué es lo que ofreces? Ejemplo: zapatillas de deporte tallas extragrandes
- ¿Qué problema solucionas? Siguiendo con el ejemplo: la posibilidad de que personas con pies grandes puedan practicar su deporte favorito con comodidad.
- ¿Quién tiene normalmente ese problema? Personas con pies grandes a los que les gusta practicar deporte.
- ¿Entre los que sienten que es un problema, a quiénes les quita el sueño realmente? A los adolescentes, por ejemplo, o a las madres de esos chicos…
Comprende cómo es tu cliente ideal
Debes humanizar a tu cliente ideal, abstraerte de los fríos perfiles demográficos que decíamos antes y empatizar con sus necesidades. Quieres comprender:
- ¿Quién es de verdad?
- ¿En que invierte el tiempo?
- ¿Quiénes son sus amigos?
- ¿Por qué está dispuesto a pagar por lo que ofreces?
- ¿Cuanto están dispuestos a pagar por ello?
- ¿Que relación están dispuestos a establecer con tu marca?
- ¿Qué es lo que guía su comportamiento?
- ¿En qué canales quiere encontrarse con tu marca?
Vender es más fácil cuando conoces a tu cliente ideal:
Sólo cuando te diriges a las personas exactas para las que tu producto o servicio tiene sentido serás capaz de vender. De lo contrario, si intentas vender a las personas equivocadas, estarás gastando tus recursos en ofrecer algo a una persona que no lo necesita, ni le interesa.
En cambio, cuando sabes quién es el cliente de tus sueños, vender se simplifica de golpe, porque fluye de forma natural: tú le ofreces algo que él necesita, y ahí es dónde surge la magia.
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¿Ya estás locamente enamorado de tu cliente? Comparte con nosotros cómo has hecho para averiguarlo todo sobre él, y qué resultados has visto en tu negocio en los comentarios del post 👇👇👇
Un abrazo.