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El valor de lo que vendes
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Pero recientemente, durante una de estas sesiones, decidí abordar una molestia específica en el hombro. Sabía que no sería una experiencia agradable, ya que mi fisioterapeuta es partidario de técnicas intensas como la “punción seca” y estas pueden ser incómodas.
Aunque estas sesiones pueden ser desafiantes, siempre me acerco a ellas con esperanza y confianza. Independientemente del dolor momentáneo, sé que mi fisioterapeuta encontrará la solución; cada vez que pago por sus servicios, lo hago con satisfacción y suelo decirle que cobra demasiado poco por lo que hace.
Hoy quiero hablarte de algo muy importante: el valor de lo que vendes.
Más allá de los precios: el verdadero valor
Puede que al escuchar “el valor de lo que vendes”, tu mente inmediatamente lo asocie con los precios de tus productos o servicios, sin embargo, quiero que nos alejemos de esa perspectiva por un momento.
A menudo, medimos el valor en términos económicos, pero eso es un error. No debemos valorarnos solo en función de nuestras ganancias o de los precios que establecemos para nuestros productos y servicios, porque el valor real va más allá de los números. ¿Cuánto vale realmente lo que ofreces? ¿Cuánto vale el alivio de un problema de salud? ¿Cuánto vale cumplir el sueño de ser padre? ¿Cuánto vale un momento especial con amigos o familiares?
El valor de lo que vendes radica en tu capacidad para conectar con los deseos y necesidades de tus clientes. Implica comprender cuánto significaría para ellos resolver un problema o alcanzar un anhelo y, lo más importante, significa ser capaz de comunicar este valor para que te elijan a ti entre todas las opciones disponibles en el mercado.
Enfócate en el cliente y su problema
Recuerda, lo que más le importa a tu cliente es la solución que ofreces a su problema. Por eso, conocerlo y comprender sus necesidades es esencial para establecer esa conexión que, una vez construida, te permitirá transmitir que eres la mejor opción para resolver su problema porque lo entiendes realmente; es demostrar que comprendes la importancia de ahorrar tiempo y tener la libertad de llevar a cabo las actividades que desean.
El valor que percibe tu cliente
Para desarrollar una oferta que enamore a tu cliente, es vital comprenderlo y entender lo que lo motiva. Tu producto o servicio debe ser una solución real a sus necesidades, por lo tanto, es fundamental entender sus inquietudes, aspiraciones y deseos relacionados con tu oferta.
Por ejemplo, cuando alguien está buscando comprar un coche, no solo busca un medio de transporte, también busca proyectar una imagen y satisfacer necesidades emocionales; al entender estas motivaciones, puedes adaptar tu oferta para satisfacerlas.
Conoce a tu cliente ideal
Para conectar con tus clientes, debes entender sus miedos, deseos y anhelos. Por eso, algunas preguntas que pueden ayudarte a comprender a tu cliente ideal son:
- ¿Qué le preocupa por las noches?
- ¿Cuáles son sus frustraciones?
- ¿Por qué debería superar estos obstáculos?
- ¿Qué espera lograr?
- ¿Qué desearía alcanzar por encima de todo?
- ¿Cómo beneficia tu producto o servicio a tu cliente?
El valor de lo que vendes no se limita a precios, radica en cómo tu oferta hace que tu cliente sea más feliz, más cómodo, más seguro o incluso más exitoso. Recuerda que no se trata de ti; se trata de lo que puedes hacer por ellos.
Cuando te enfocas en establecer una conexión genuina con tus clientes con el fin de resolver sus problemas, satisfacer sus necesidades y cumplir sus deseos, esa conexión es lo que te hará destacar en el mercado.
Reconoce tu valor
A veces, entender el valor de lo que vendes puede ser un desafío, así que te invito a hacer una reflexión al respecto; piensa en tus últimas compras importantes. ¿Qué te motivó a elegir una opción sobre otras? ¿Cuáles fueron tus miedos, preocupaciones y lo que te convenció?
Recuerda que también eres consumidor, y al ponerse en el lugar del cliente, puedes identificar lo que realmente valoran y necesitan.
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