Todo emprendedor necesita un equipo, aunque sea inventado
Hace unas semanas, quedé con algunas emprendedoras para tomar unas birras y charlar. Y como en cualquier conversación de bar, allí estábamos, 5 emprendedoras, hablando de la vida, del trabajo, de lo que teníamos en común… Y comentando las cosas raras que hace uno cuando arranca y todavía se siente un mindundi porque no estás seguro de lo que vendes, del precio al que lo vendes, de a quien se lo vendes y todas esos obstáculos que debes ir superando. Quiero compartir contigo un descubrimiento divertido que nos hizo reír a todas esa tarde, porque todas lo habíamos hecho, y todas pensábamos que éramos la única boba que lo hacía.
«¡Ah! ¿Tú también tienes un Carlos García en tu empresa?»
Comentando los avatares propios del arranque de cualquier negocio, una de las emprendedoras confesó que cuando arrancaba: si alguien le negociaba un precio, o tenía alguna reclamación, ella se ponía siempre del lado del cliente, y le decía que «si por mí fuera, cualquier cosa, pero mis jefes, uff…, la verdad, que son duros de roer» ¡Pero ni jefes ni nada, que estaba yo sola con todo! jajaja».
Esto que podía ser una anécdota y ya, provocó una nueva energía. Fue como si nos sacudiese a todas las que estábamos sentadas escuchando. Y todas nos reímos, y todas por lo mismo.
Entonces, otra de nosotras contesto: «¡Ah, tú también tienes un Carlos García en tu empresa!» Y riéndose nos confesó que ella se había inventado al responsable de almacén, Carlos García, que tenía un mail con firma y todo, y que era el que se comía todos los marrones cuando había reclamaciones con un envío o un pedido. Esto, permitía a la emprendedora ser la cara amable de la empresa, y tener un cabeza de turco imaginario al que culpar delante del cliente.
Por mi parte también compartí que, al principio de mi andadura emprendedora, cuando tenía que negociar contratos con proveedores, si necesitaba más tiempo para decidir, o si tomaba una decisión precipitada y después quería recular, recurría a la figura de un socio, que era el que llevaba los números y tenía que consultar con él, o me había dicho que de ninguna manera.
El equipo fantasma que necesitamos los emprendedores
La conclusión que sacamos todas fue que esa figura nos ha ayudado a convertirnos en los emprendedores que hoy somos, que nos ha ayudado a superar determinados obstáculos que al principio nos quedaban grandes, y que esa clase de inventos y trucos, además de increíblemente útiles, son también divertidos.
Y se produce una magia especial cuando además compartes esos pequeños secretos con otros que también han vivido cosas similares, o con aquellos que están pensando en montar un negocio y se sienten aliviados al ver que no hace falta saberlo todo, lo que hace falta es ser ingenioso y resolutivo.
[bctt tweet=»Cuando compartes experiencias con otros emprendedores te sientes menos solo, aprendes, y descubres cosas sorprendentes» username=»LuciaHorvilleur»]
Reserva tiempo para reunirte con otros emprendedores
Poder compartir tus experiencias con otros emprendedores es una de las actividades más enriquecedoras a las que puedes dedicar tu tiempo. Al compartir con gente que se encuentra en situaciones parecidas a la tuya te das cuenta de que no estás tan solo, aunque cada cual pelee sus propias batallas; y también aprendes, y descubres cosas divertidas que nos pasan a todos, y que jamás se te hubieras imaginado que podría ser posible.
La anécdota que te he contado sucedió durante un Marketing & Beers (Barcelona). Si tú también quieres participar, apúntate ya al grupo de Meet Up. Y si vives en otra ciudad en la que te encantaría que organizáramos algo, no dudes en mandarme un mail con tu propuesta!
Si tienes a tu equipo fantasma particular, por favor compártelo con nosotros en los comentarios de este post! Queremos conocer a tu staff inventado!
Un abrazo,